Una pareja mira los rascacielos desde la frontera con Hong Kong.

Una pareja mira los rascacielos desde la frontera con Hong Kong. Reuters

Asia

Ir al Costco o al dentista: cómo Xi está logrando la integración de Hong Kong con los precios baratos

Un número récord de residentes de la ciudad está cruzando la frontera con Shenzhen en la búsqueda de productos y diversión mucho más asequibles. 

28 marzo, 2024 02:37

Tras la reapertura del paso fronterizo entre Shenzhen y Hong Kong en enero de 2023 tras la pandemia, las expectativas de los minoristas y políticos hongkoneses apuntaban hacia una reactivación del comercio impulsada por los turistas chinos. Sin embargo, la realidad ha demostrado un flujo contrario más pronunciado. Cansados de los elevados precios, el mal servicio y las pocas opciones, los hongkoneses están encontrando en Shenzhen un paraíso de productos baratos. Basta con un pequeño viaje en autobús o en metro para cruzar la frontera con la China continental y poder comprar alimentos, salir a comer o ponerse un implante dental a un coste mucho más asequible. 

Los esfuerzos de Xi Jinping por sofocar la disidencia en la antigua colonia británica han debilitado su identidad diferenciada del resto de China, generando un creciente sentimiento de desapego político. Este clima ha impulsado a muchos residentes desilusionados con la trayectoria política de la región a buscar nuevos horizontes en otros lugares del mundo; por ejemplo, cerca de 180.000 hongkoneses han solicitado visados para el Reino Unido. No obstante, entre los que han optado por quedarse, muchos han abandonado sus ideales anteriores y han abrazado un estilo de vida transfronterizo que antes rechazaban.

Los viajes a la China continental se han vuelto cada vez más atractivos gracias a las nuevas infraestructuras, que han reducido hasta la mitad el tiempo de viaje. La línea de alta velocidad inaugurada en 2018 conecta las ciudades de Hong Kong y Shenzhen en tan sólo 15 minutos. Irónicamente, el principal atractivo de Shenzhen son sus cadenas de almacenes occidentales. Muchos hongkoneses acuden al otro lado de la frontera para comprar en los supermercados estadounidenses Costco, Sam's Club o Walmart. 

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Los datos, ciertamente, no engañan. De acuerdo con los datos del Departamento de Inmigración de Hong Kong, entre el 1 de julio y el 29 de agosto, los residentes de la región realizaron más de 9 millones de viajes a Shenzhen. De media, los hongkoneses realizan una media de 900.000 viajes cada semana, una cifra que supera con creces a los números pre pandemia. Tal y como señaló el director ejecutivo Steve Huen al Financial Times, el número de personas que realizaron viajes desde Hong Kong a China continental se triplicó el año pasado en comparación a la era anterior al Covid. 

Todo ello ocurre mientras el turismo chino en Hong Kong no ha logrado recuperarse a los niveles previos a la pandemia. En su apogeo, hasta 5,5 millones de visitantes continentales llegaban a la antigua colonia británica en enero de 2019, gastando grandes cantidades de dinero en comprar productos de lujo como bolsos de Louis Vuitton o Hermès. Sin embargo, en diciembre de 2023, la región tan solo registró 2,9 millones de visitantes continentales, un 43% menos que en el mismo período de 2018. 

Asimismo, también se ha producido un cambio notable en los hábitos de gasto. La desaceleración de la economía china y el debilitamiento del yuan han llevado a muchos chinos a ser más cautelosos con sus gastos de viaje. Esto, a su vez, ha llevado a una tendencia donde los hongkoneses, que utilizan el dólar de Hong Kong, prefieren comprar en lugares como Shenzhen, donde tienen un poder adquisitivo mucho mayor. 

Este cambio en los patrones de consumo podría tener un impacto significativo en la economía de Hong Kong. Michelle Lam, economista de Société Générale, aseguró a Bloomberg que si esta trayectoria se acelera, algo que considera “probable”, “podría restar hasta un punto porcentual al producto interior bruto de Hong Kong en 2024”. Por esta razón, muchas autoridades en la región especial china proponen crear un “impuesto de salida”. 

El riesgo de ser engullido

En 1997, cuando Hong Kong fue reincorporado a China, su PIB ascendía a 177.400 millones de dólares, superando en diez veces al de Shenzhen. No obstante, el impresionante crecimiento del 'Silicon Valley' chino, impulsado por empresas como BYD, Huawei, DJI o Tencent, llevó a que, por primera vez en 2018, el PIB de Shenzhen superara al de Hong Kong. Este hito marcó un cambio en la dinámica de poder entre la región autónoma y el resto del país.

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A todo ello se une que Xi está impulsando la integración de Hong Kong en el Gran Área de la Bahía (GBA por sus siglas en inglés), un proyecto del gobierno chino para conectar 11 ciudades chinas, entre las que se encuentran Shenzhen, Guangzhou, Macao y otras siete ciudades. Beijing visualiza esta región como un importante centro económico que eventualmente competirá con ciudades globales como San Francisco, Tokio o Nueva York.

Muchos residentes de la región autónoma se oponen al plan de unir las ciudades con puentes multimillonarios —como el polémico puente que une Hong Kong, Zhuhai y Macao—, temiendo que la intención oculta sea diluir la identidad local de la metrópolis. Si esta integración continúa, algunos analistas consideran que Hong Kong podría pasar a un plano secundario dentro del GBA a medida que la importancia de la antigua colonia británica continúa perdiendo peso dentro del PIB chino. "Hong Kong tiene el riesgo de quedar marginada", afirmó Stephen Roach, expresidente de Morgan Stanley Asia Ltd., a Bloomberg TV

Mientras tanto, el fenómeno de las compras transfronterizas está contribuyendo a una mayor aceptación de los hongkoneses a trabajar y vivir en China continental. Según una encuesta realizada el año pasado por la Asociación Juvenil Hong Kong-Guangdong entre residentes menores de 40 años, el 66% manifestó estar dispuesto a explorar oportunidades laborales al otro lado de la frontera, lo que representa un aumento significativo con respecto al 22% registrado en 2020.