A la izquierda, Alejandro Fernández de bebé junto a su madre, Isolina. A la derecha, en una imagen reciente.

A la izquierda, Alejandro Fernández de bebé junto a su madre, Isolina. A la derecha, en una imagen reciente. Cedida | EFE

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Alejandro Fernández, el ajedrecista hijo de un fan de Fraga y una comunista, liderará al PP en Cataluña

Hijo de padres asturianos que llegaron a Tarragona en 1974, el candidato 'popular' a la Generalitat dice que "desde niño" ha vivido rodeado de política.

27 marzo, 2024 02:36

Alejandro Fernández Álvarez (Tarragona, 1976) ya es el candidato del PP para las elecciones autonómicas de Cataluña del 12 de mayo. Su nombramiento se ha retrasado debido a un debate interno en el que Feijóo ha acabado confirmando la candidatura de su actual portavoz en el Parlament. Ahora comenzará otra carrera electoral a la Generalitat después de una vida dedicada a la política. Un mundo que siempre ha estado presente en su vida. “Desde muy niño a mí ya me empezó a entrar el gusanillo de la política”, explica el propio Fernández a EL ESPAÑOL.

Hijo de Ángel, un hombre abiertamente de derechas y “muy de Fraga” –ya fallecido– y de Isolina, una mujer comunista “procedente de una familia asturiana muy de izquierdas” (74 años), el líder catalán ha mamado la política desde su más tierna infancia. Siempre que veía los telediarios con su familia se abría el debate en la mesa, “pero nunca bronco”. Un debate en el que evitaban participar su hermana melliza, Elohim, y su hermano menor, Víctor, “por tener perfiles menos políticos, aunque son de ideas próximas al PP”, explica.

En ese contexto creció el pequeño Alejandro, soñando un día con dedicarse en cuerpo y alma a la política. Graduado en el colegio público Sant Pere i Sant Pau y en el Institut Pons d'ICart, Fernández lo tenía claro: quería estudiar Ciencias Políticas y de la Administración en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Allí se graduó varios años después destacando su faceta “oratoria”. Sus propios compañeros populares dicen de él que “es uno de los mejores oradores que tiene el PP”.

Alejandro Fernández, candidato del PP para el 12-M, cuando tenía 9 años.

Alejandro Fernández, candidato del PP para el 12-M, cuando tenía 9 años. Cedida

A ese partido llegó con tan sólo 18 años, en 1994, encandilado por la figura de José María Aznar, entonces azote del felipismo. Eso sí, cuenta a este diario que afiliarse al PP era algo “irracional”. ¿Por qué? “Porque si te gusta mucho la política y te quieres dedicar a la política, afiliarte al PP en Cataluña en el año 94 era tener cero opciones de poder dedicarte a ella. Siempre me he sentido liberal conservador de centro derecha, catalán y español”. La sombra del expresidente Aznar, sin embargo, era alargada y le inspiró para afiliarse, al igual que sus referentes políticos: “Reagan, Thatcher y Adenauer”.

Pero cuando Fernández ingresó en el PP aún habría de esperar nueve años hasta llegar a su primer cargo público. Mientras tanto hacía sus pinitos como afiliado raso y se sacaba la carrera entre juerga y juerga universitaria. “En la universidad he sido disfrutón, pero cuando llegaba el momento de ponerse serio me ponía a tono, pues siempre he sido un lector bastante ávido”, recuerda. Le valió. Luego se graduó en un Máster en Comunicación Política en la propia UAB.

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Alejandro, el 'asturiano'

Aunque Alejandro Fernández creció y se educó en Cataluña –con un corto un paso por Huesca–, lo cierto es que el popular se reconoce como un amante de Asturias. Allí nacieron sus padres, en los concellos de Somiedo y Belmonte de Miranda, respectivamente, en el corazón de los Picos de Europa. Y allí es donde regresa Fernández de tanto en tanto a recuperar la paz. No por nada cuenta que la playa de Tarragona y las montañas de Somiedo son sus lugares preferidos en el planeta.

Allí crecieron sus padres, hijos de sendas familias de las altas montañas asturianas. “De esas familias vaqueras con 14 ó 15 vacas que tenían unas condiciones que hasta hace muy pocos años eran prácticamente medievales”, cuenta. Por su proximidad a la cuenca minera, la familia de Isolina, su madre, tenía tradición de izquierdas, llegando a ser ella admiradora de la figura de Julio Anguita.

Ángel Fernández e Isolina Álvarez, los padres de Alejandro Fernández.

Ángel Fernández e Isolina Álvarez, los padres de Alejandro Fernández. Cedida

“Pero a mi padre no le gustaba mucho el mundo de las vacas y en cuanto tuvo la oportunidad se sacó el carné de camión en la mili y se vino a Cataluña a trabajar de camionero de obra en el Pantano del Catllar (Tarragona)”, cuenta Fernández. Dos años después nacerían él y su melliza. Un año más tarde, el pequeño Víctor.

Y siendo niño, como se ha contado, la política ya le encantaba. También tenía pasión por el ajedrez, jugando desde los ocho años hasta la veintena, y por el balonmano, que ocuparía su tiempo libre desde los nueve hasta los 19 años. Después, la universidad y el inicio en su carrera política en el PP.

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La política como profesión

Superada su etapa universitaria y noventera, en la que el rock era protagonista en su vida, la afiliación de Fernández al PP le trajo réditos políticos. El primer cargo público llegó en 2003. Alejandro se convirtió en concejal del Ayuntamiento de Tarragona, un cargo que ocupó durante 13 años, hasta 2016, año en el que dejó el consistorio como primer teniente de alcalde. Siempre con el PP. Siempre para el PP.

Su vida había sido este partido hasta el punto de presidir las Nuevas Generaciones de Cataluña entre 2003 y 2005. Cargo que también compaginaba con la docencia. Alejandro Fernández fue profesor de Ciencia Política en la Universitat Rovira i Virgili (Tarragona) desde 2003 hasta que se fue al Congreso de los Diputados

Y es que después de sus últimos coletazos en la política municipal, Alejandro Fernández fue elegido diputado en el Congreso por Tarragona entre 2011 y 2015. Tras esa legislatura, el candidato para el 12-M volvió a la política autonómica como diputado en el Parlament de Cataluña desde 2015 hasta la actualidad, donde ejerce como portavoz del PP ganando anualmente 87.494,40 euros.

Según su última declaración de bienes del propio Parlament, de 2021, Alejandro Fernández posee una vivienda que compró en 2002 por 95.000 euros y un tercio de cuatro propiedades más que ha heredado de sus padres: tres fincas rústicas y un inmueble urbano.

Ahora, Alejandro Fernández afronta un nuevo reto político como candidato a la Generalitat. Este martes, el líder catalán ha agradecido “de todo corazón” a su partido y al líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, por su designación como candidato a las elecciones catalanas.

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Vida familiar actual y aficiones

Pese a todo, no todo en la vida de Alejandro Fernández es la política. Es padre de tres hijas, María, Blanca y Mar, que ha tenido con dos matrimonios. En el segundo fue cuando nació la pequeña Mar, que ha heredado el nombre de su madre, la segunda esposa de Fernández.

“Yo conocía al padre de Mar, que es un historiador y periodista de Tarragona. Y, por ello, sabíamos de la existencia uno del otro porque los dos somos de Tarragona. Pero bueno, nos empezamos a conocer allá por el año 2012 y luego nos acabamos casando dos años después”, cuenta Fernández, en referencia a sus segundas nupcias.

En cuanto a su tiempo libre, el político catalán explica a este medio que ahora juega menos al ajedrez y que sus aficiones principales son la música, el cine y la literatura. Tiene una colección de 1.500 vinilos, 700 películas y más de 2.000 libros. Pero si tuviese que quedarse con uno de cada, Fernández se quedaría con los vinilos de Queens of the Stone Age, la película La gran belleza, de Paolo Sorrentino, y el libro El mundo de ayer, de Stefan Zweig.

Alejandro Fernández, en el Parlament catalán, el pasado 5 de marzo.

Alejandro Fernández, en el Parlament catalán, el pasado 5 de marzo. EP

Y, además, siempre le quedarán las montañas asturianas de sus padres y las montañas catalanas para ir a desconectar. Hasta allí sube, como un montañero más, para recuperar la paz que le quita la presión política. Ahora, no obstante, comienza su particular ascenso hasta una nueva montaña difícil de escalar: aumentar el número de diputados populares en el Parlament, situado en tres desde 2021. Entonces, Alejandro Fernández también lideraba la lista del PP en aquellos comicios autonómicos, cosechando el peor resultado histórico.