Militantes del PSOE con gesto compungido, este sábado durante la concentración celebrada ante la sede de Ferraz.

Militantes del PSOE con gesto compungido, este sábado durante la concentración celebrada ante la sede de Ferraz. EFE

Política CUENTA ATRÁS DE SÁNCHEZ

Los socialistas escenifican el funeral anticipado de Sánchez con el temor al inicio de una nueva etapa

Malestar en su equipo por mantenerles al margen de su decisión, tras un acto con poca asistencia a 48 horas de que anuncie si dimite.

28 abril, 2024 02:49

Es una fantasía humana muy común imaginar cómo sería el funeral de uno y hasta poder asistir oculto para verlo. Pedro Sánchez se ha dado el gusto de ver su propio funeral (político), ha podido cumplir este sábado la fantasía y ya sabe cómo le despedirían los suyos.

"Aquel era el gran secreto de Tom: la idea de regresar con sus compañeros y asistir a sus propios funerales", escribió Mark Twain, al relatar la aventura de Tom Sawyer. El joven travieso se presentó en la iglesia ante los suyos, sólo después de escuchar con emoción los responsos alabándole y de ver los lutos de sus allegados y las lágrimas por su falsa muerte.

El presidente del Gobierno ya sabe que su funeral político consiste en una reunión del Comité Federal del PSOE, con intervenciones de elogio y una manifestación a la puerta de la sede socialista de Ferraz.

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Sabe también que lo que iba a ser una multitudinaria manifestación en favor de la democracia y de él mismo quedó en una concentración de 12.000 personas, una cifra muy reducida si se tiene en cuenta que llegaron a Madrid más de 100 autobuses con militantes procedentes de toda España. Con un cálculo sencillo, más de la mitad de los asistentes llegaron por ese medio de transporte organizado por el partido.

Fuentes socialistas interpretan que los militantes no han entendido la situación, ni el periodo de reflexión abierto por su líder. Y, al tiempo, destacados miembros del Gobierno explican que este sábado se ha visto la debilidad del PSOE sin Sánchez y, por tanto, el pánico a abrir una etapa nueva, cargada de incertidumbre y sin líder visible.

El líder socialista sabe ya también que su funeral político consiste en una sucesión de intervenciones de dirigentes socialistas apenados que le piden que siga entre nosotros, le elogian y culpan a la ultraderecha de la persecución que le mantiene retirado durante cinco días pensando su futuro y el de España.

Así fue el acto, hasta que después de unas cuantas intervenciones de loa y homenaje, el número tres del PSOE, Santos Cerdán, debió pensar que se habían agotado ya los elogios, que se estaban repitiendo y que era mejor dejar sin voz a la decena de dirigentes socialistas que habían pedido la palabra ante el Comité Federal para cumplir su parte en el ritual. Y todos salieron a la calle a recibir el baño de multitudes de los congregados.

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"La concurrencia se fue enterneciendo más y más a medida que el relato seguía, hasta que todos los presentes dieron rienda suelta a su emoción y se unieron a las llorosas familias de los desaparecidos en un coro de acongojados sollozos, y el predicador mismo, sin poder contenerse, lloraba en el púlpito", escribió Mark Twain sobre el emocionante funeral en vida del pícaro Tom Sawyer.

En realidad, los dirigentes socialistas no sabían bien si lo que concelebraban era un funeral, porque desconocen si su líder renacerá (de nuevo) el lunes o si abrirá paso a una nueva etapa en el PSOE, en España y hasta en Europa, porque no olvidemos que todos le reconocen un papel activo y determinante en el mundo.

No saben si era un homenaje o un funeral porque no hablan con él desde el miércoles y sólo tienen percepciones y sospechas. 

Era un homenaje porque todos intentaban transmitir esperanza en que encontrará fuerzas y razones para seguir al frente del país, pero era un funeral por las caras de los más allegados y en función de las lágrimas de sus más directos colaboradores, que lloraron el día de la carta y aún tenían lágrimas en los ojos este sábado en el inicio del Comité Federal.

Heridas internas

Sánchez seguía este sábado por la tarde sin hablar con su núcleo duro y continúa, según explican, encerrado en la Moncloa. Los escuetos mensajes que les manda estos días no dan para muchas interpretaciones. 

Fuentes de su núcleo duro explican, no obstante, que este sábado Sánchez ya ha empezado a "emitir algunas señales" desde la Moncloa, aunque sin aclarar nada sobre su decisión y su situación. Desde el miércoles, sólo habla con su jefe de Gabinete, Óscar López, y con el secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallés, y en ambos casos mucho menos de que lo que hace habitualmente.

De hecho, hasta la tarde del sábado no había comunicado ni con su número dos en el partido y en el Gobierno, María Jesús Montero. Eso ha provocado disgusto y malestar en parte de ese equipo de confianza que sigue sin entender por qué han quedado al margen de tamaña decisión. Les deja en una situación complicada esa falta de confianza en el equipo y, pase lo que pase, algunas heridas internas dejará este insólito y largo fin de semana.

No ha cambiado la versión de todos ellos, según la cual es un asunto estrictamente personal y emocional, fruto de su hartazgo, tal y como les ha ido manifestando a varios de ellos en los últimos meses. No dejan de decir que la decisión final dependerá de lo que considere con su esposa, Begoña Gómez, y con sus dos hijas. Y esa precisión explica mucho de las razones de Sánchez para emitir la carta y dudar de su continuidad al frente del Gobierno.

Un PSOE "débil" sin líder

Explican que no es posible analizar el episodio desde el punto de vista político y que, obviamente, desean que acabe el lunes con el anuncio de que sigue al frente de la Presidencia del Gobierno. Cualquier alternativa a eso les produce pánico, entre otras cosas porque aseguran que el extraño Comité Federal ha servido para constatar su "debilidad sin él". 

Si fuera así, entienden que, en todo caso, este fin de semana habrá supuesto un punto de inflexión en España para denunciar lo que consideran excesos al utilizar en política el desgaste personal, a través de las familias, y la difusión de bulos.

Pero la impresión sigue siendo pesimista y la opinión generalizada en el Gobierno y la dirección del PSOE, sólo basada en impresiones, es que el lunes puede anunciar que se va.

Si fuera así, los que se quedan ya han hablado de manera informal de un plan b, según el cual María Jesús Montero asumiría la presidencia en funciones; se buscaría candidato o candidata para una investidura y se intentaría mantener la legislatura lo más posible, con tiempo de formar un nuevo líder. Temen que parezca que conspiran a espaldas de Sánchez, pero añaden que no tienen más remedio que estar preparados para todo.

Regresar "con más fuerza"

Ya entre las municipales y autonómicas del 28-M y las generales del 23-J hubo movimientos que llegaron a oídos de Sánchez y que fueron interpretados por éste como de preparación para su salida, en un momento en el que casi nadie auguraba que pudieran seguir en la Moncloa.

Hay una versión que sostiene algún ministro, que es la que asegura que Sánchez ha encontrado una ocasión única para irse con un buen relato, el de quien es atacado por la ultraderecha, con toda la épica que incluiría y las opciones de ser el referente de la izquierda.

Por supuesto, entre ministros y dirigentes socialistas se desea que el retiro y la amenaza de dimisión acaben con su retorno, "con más fuerza todavía", culminando la enésima pirueta de su vida política. Impulsaría al partido en las catalanas y las europeas.

Si fuera así quedaría atrás el acto/funeral/homenaje de este sábado que tanto les emocionó. Aunque se le pueda reprochar que todo era una simple táctica política y electoral, habrán sido unos días únicos de exaltación del patriotismo del partido y con un funeral político tan emotivo que casi apena que no termine siendo tal.

Como Tom Sawyer

"Cuando los estafados concurrentes fueron saliendo, decían que casi desearían volver a ser puestos en ridículo con tal de oír otra vez el himno cantado de aquella manera", relata Mark Twain, subrayando que el funeral fue tan emotivo que hasta le perdonaron al inquieto Tom Sawyer la travesura. Eso sí, luego vino el castigo y la tunda de su emocionada tía por el disgusto tan grande que le dio.

"¡Qué pena que hayas tenido tan mal corazón para dejarme sufrir a mí de esa manera! Si podías venirte sobre un tronco para ver tu funeral, también podías haber venido y haberme dado a entender de algún modo que no estabas muerto, sino únicamente de escapatoria", le reprochó su comprensiva tía a la mañana siguiente.

También algunos de su equipo tendrán que olvidar que, tras dejarse la piel por el líder durante años, les ha tenido al margen de una decisión que les afecta a todos, que haya tenido tan mal corazón para dejarles sufrir de esa manera. Que no se fíe de ellos y que les haya dejado hasta sin instrucciones.